"Necesitamos generar un liderazgo, con capacidad de promover el desarrollo integral de la persona y de la sociedad"

La carta dominical del obispo de Posadas, Juan Rubén Martínez nos lleva a reflexionar sobre una reciente publicación de la Conferencia Episcopal Argentina, donde indicaban que: «En un cambio de época, caracterizado por la carencia de nuevos estilos de liderazgo, tanto sociales y políticos, como religiosos y culturales, es bueno tener presente esta concepción del poder como servicio(...) ; "(...) No habrá cambios profundos si no renace, en todos los ambientes y sectores, una intensa mística del servicio, que ayude a despertar nuevas vocaciones de compromiso social y político (...)". (Foto: web)

Todos los domingos se publica una "Carta dominical", donde el obispo de la diócesis de Posadas, introduce la lectura del día y luego, invita a una reflexión personal, en base a documentos eclesiales o desde la misma tarea pastoral, que ellos desarrollan, a nivel nacional en la Conferencia Episcopal Argentina. 

La carta de este domingo pasado, señala que " No es fácil captar el núcleo del cristianismo. Comprender que la centralidad de la caridad, la justicia y la misericordia son las «credenciales de ingreso» a este Reino que nos propone el Señor. Esta comprensión es indispensable para todo bautizado que se dispone a asumir este camino que queremos intensificar como discípulos y misioneros de Jesucristo. Debemos acentuar que estas «credenciales de ingreso» al Reino que son importantes para todos, lo son especialmente para aquellos que tenemos responsabilidades en la conducción ya sea como pastores, o bien como dirigentes sociales, políticos, económicos. Todos aquellos que debemos dar cuentas del bien o de los daños que provocamos desde nuestras tareas y compromisos".

Luego, el prelado desarrolla un aspecto que considero importante, en contexto de sociedad en que estamos atravesados. Allí monseñor Martínez, comparte un texto sobre el liderazgo social y la importancia del testimonio personal, como expresión de Coherencia y ejemplaridad  " «En un cambio de época, caracterizado por la carencia de nuevos estilos de liderazgo, tanto sociales y políticos, como religiosos y culturales, es bueno tener presente esta concepción del poder como servicio. Como Iglesia, este déficit nos cuestiona. En un continente de bautizados, advertimos la notable ausencia, en el ámbito político, comunicacional y universitario, de voces e iniciativas de líderes católicos, con fuerte personalidad y abnegada vocación, que sean coherentes con sus convicciones éticas y religiosas. Por eso, es fundamental generar y alentar un estilo de liderazgo centrado en el servicio al prójimo y al bien común. Todo líder, para llegar a ser un verdadero dirigente ha de ser ante todo un testigo. El testimonio personal, como expresión de coherencia y ejemplaridad hace al crecimiento de una comunidad. Necesitamos generar un liderazgo con capacidad de promover el desarrollo integral de la persona y de la sociedad. No habrá cambios profundos si no renace, en todos los ambientes y sectores, una intensa mística del servicio, que ayude a despertar nuevas vocaciones de compromiso social y político. El verdadero liderazgo supera la omnipotencia del poder y no se conforma con la mera gestión de las urgencias. Recordemos algunos valores propios de los auténticos líderes: la integridad moral, la amplitud de miras, el compromiso concreto por el bien de todos, la capacidad de escucha, el interés por proyectar más allá de lo inmediato, el respeto de la ley, el discernimiento atento de los nuevos signos de los tiempos y, sobre todo, la coherencia de vida."

Finalmente , invitan al esfuerzo de ser nuevos líderes, más sensibles al bien común: "Alentamos a los líderes de las organizaciones de la sociedad a participar en la reorientación y consiguiente rehabilitación ética de la política. Les pedimos que se esfuercen por ser nuevos dirigentes, más aptos, más sensibles al bien común, y capacitados para la renovación de nuestras instituciones. Queremos reconocer con gratitud a quienes luchan por vivir con fidelidad a sus principios como así también a los educadores, comunicadores sociales, profesionales, técnicos, científicos y académicos, que se esfuerzan por promover una concepción integral de la persona humana. A todos ellos, les pedimos que no bajen los brazos, que reafirmen su dignidad y su vocación de servicio constructivo. Uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo es recuperar el valor de toda sana militancia».

Al finalizar su carta, Juan Rubén Martínez, reitera el llamado a todos los que tenemos alguna responsabilidad social, " Hoy, los argentinos, los misioneros, necesitamos pedir el don de la fe y tener un corazón simple para entender este maravilloso llamado del Señor, invitándonos a todos, sobre todo a los que tenemos más responsabilidades a formar parte de este Reino de Dios".


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