Viajar en los urbanos, pareciera ser una exclusiva decisión del dueño.
La gente de Posadas, Garupá y Candelaria, padeció paros sorpresivos del transporte urbano, durante algunas semanas. Las amenazas siguen e indican que serán más prolongados. La hipocresía de justificar que la empresa, mayoritaria del servicio, no tiene para pagar sueldos suena a broma o, toman de idiota al usuario.