Viajar en los urbanos, pareciera ser una exclusiva decisión del dueño.

La gente de Posadas, Garupá y Candelaria, padeció paros sorpresivos del  transporte urbano, durante algunas semanas. Las amenazas siguen e indican que serán más prolongados. La hipocresía de justificar que la empresa, mayoritaria del servicio, no tiene para pagar sueldos suena a broma o, toman de idiota al usuario.

Acá ponemos los aportes que todos hicimos, como gasto público para que un sólo dueño reciba tantos millones sin declarar los boletos que vende. Además, el mismo dueño recibe por separado tres subsidio con otros nombres de fantasía. El tren internacional también recibe subsidio nacional.


si observamos las imágenes, podremos ver que son identificados por colores amarillos, verdes, azules y blancos las empresas que pertenecen al mismo grupo Zbikosky, si bien las otras unidades llevan el nombre de Tipoka, son similares en la variedad de colores. Sus bases de operaciones están cercanas en Posadas. La más grande de Casimiro, está sobre la Cabo de Hornos y Cocomarola, un predio de varias hectáreas que fue compensado luego de que la firma debiera dejar su histórico lugar en la ex garita, de ruta 12. El otro predio de la firma, pero como Tipoka, está sobre la avenida Cocomarola, unas 4 cuadras más de la anterior.





















En contrapartida la gente. Todos con la mirada perdida a lo lejos, sin las paradas que habían prometido cuando pidieron aumento de tarifas. Algo incumplido o, en otros casos de muy precaria condición que sólo duró unas semanas.











El reclamo del empresario es por una deuda por subsidios de la otra gestión de la intendencia de Posadas. O sea, de los fondos que la sociedad aporta con sus impuestos. El reclamo del grupo, incluye boletos a los usuarios de 70 años y viajes especiales. Pero como dijimos antes, nunca se transparentó la venta de los boletos que tienen mensualmente, a pesar de que se puso la máquina electrónica para agilidad de la empresa al cobrar pero a la vez, era para que el municipio tenga acceso a una cifra lógica del ingreso por boletos vendidos.Algo que tampoco se dio a conocer. Más aún,cuando se busca aumentar el boleto, como es ahora el caso, los argumentos de empresa se centran en los costos pero no en ganancias. Se habla de un valor técnico, pero no se transparenta el ingreso por pasajes que marcan las máquinas o de los boletos que aún conviven para quienes no tienen la tarjeta electrónica, y obvio con otro mayor costo.







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