En la búsqueda de las cosas perdidas

Buscan rescatar la capilla octogonal del cementerio La Piedad. Situado en la traza histórica, el primer salón velatorio municipal cumplía la función de Cruz Mayor, hacia donde estaban orientadas las sepulturas en un radio de 80 metros. 





Un árbol de ambay crece en el techo de la capilla octogonal y éste ha sido el que más daño provocó a la histórica construcción que, en paralelo a la creación del circuito Cementerio Museo La Piedad, la Comuna posadeña estudia re-acondicionar.



La pequeña edificación que funcionó como primer salón velatorio de la ciudad, desde que la necropolis se mudó a su actual ubicación en la chacra 60, está catalogada como una de las estructuras más antiguas de la necropolis municipal, con lo cual, en simultáneo al proyecto mencionado, se trabajará en su puesta en valor. 


Así lo confirmó desde la unidad ejecutora de proyectos especiales, Horacio Szeliga, quien resaltó: “Estas actividades que se generan son posibles a partir de que la Gestión comunal puso un eje muy claro sobre Patrimonio en la agenda”.


“Esto hace que se pongan en relieve el acervo histórico. En ese sentido se está trabajando en un proyecto integral para la puesta en valor de los lugares significativos, en el marco de lo cual se propiciará la creación del Cementerio Museo, paralelamente al reacondicionamiento necesario de algunos de esos lugares”, detalló el funcionario quien resaltó la importancia de que los vecinos entiendan el valor de éstas tareas y se comprometan, no sólo con el cuidado, sino también con la conservación, y “por supuesto el pago de las tasas”, especificó. 

Desde el departamento de Patrimonio Urbano, el arquitecto Elvio Dario Avila describió: “Esa capilla todavía tiene el beneficio de que no se la ha profanado en gran escala. Si está muy deteriorada, el paso del tiempo y la falta de mantenimiento mínimo, ha hecho mella, ya que la destrucción más importante del edificio se produjo por el árbol de ambay que creció cerca del techo. La caída del revoque y las molduras se pudo haber evitado con remover estas plantas”, analizó el funcionario para quien la tarea de puesta en valor es de “sumo compromiso” porque “todo está pautado en los protocolos de restauración del Patrimonio, desde qué pintura hasta qué relleno usar; con lo cual se apunta a respetar el trabajo original porque suponiendo que la capilla octogonal tenga 100 años, o más, ya es un número para tenerle respeto aunque no sean las Reducciones Jesuíticas de San Ignacio”, sostuvo. 


El proyecto final apunta a convertir el cementerio local en un Museo porque por allí se puede ver gran parte de la historia local. Entre 1890 y 1930 se dieron en Posadas los grandes avances sociales, emergían los primeros grandes comerciantes asentados en la región, de la mano de estas personas se da el crecimiento de la ciudad y por ende el cementerio registra esos cambios. 


Ya sabemos que está colapsado y que hay en proceso un nuevo concurso para la creación de la nueva necrópolis, pero no se puede perder de vista a La Piedad donde se hallan los panteones de los pioneros y de los personajes célebres y donde también es posible ver la evolución del mismo cementerio.


Un poco de historia 

La concepción arquitectónica original del cementerio La Piedad fue concebida en el Triángulo A. De hecho, el acceso original estaba dentro de lo que se conoce como Triángulo II y, terminaba, como epicentro, en la capilla Octogonal. En base a esa capilla y en un radio de 80 metros se encuentran las tumbas y panteones más antiguos del cementerio y algunos datos permiten pensar que cumplía la función que en la actualidad tiene la Cruz Mayor.


“El universo posadeño era preminentemente cristiano, cuando se trasladan los cuerpos de los cementerios anteriores a La Piedad, en las actas municipales -si bien remarcan el sentido público del cementerio- en otras partes contradictorias de la norma, se especifica que se dejan por ejemplo espacios para los muertos de otras religiones que era la Católica. Es un cementerio público desde el manejo administrativo, pero desde lo simbólico es fuertemente católico y cristiano”, analizó el historiador Alfredo Bravo, quien se ocupó de investigar el tema para su tesis de grado.


“Actualmente quedan muy pocos panteones que miran hacia la capilla octogonal, lamentablemente porque muchas estructuras se perdieron”, lamentó el investigador quien puso énfasis en que “Los panteones más importantes -desde el punto de vista histórico-, se destruyeron, por diversas razones, o porque no había ningún familiar que respondiera por las tasas u otros motivos cuando ésta área tiene que ser declarado patrimonio de la ciudad y conservado como tal”, pidió Bravo.


“De hecho en el momento en que me encontraba en mi investigación, panteones importantes de vecinos pioneros se destruyeron sin miramientos y es poco lo que queda en ese radio de la Capilla”. 


Consultado por este tema, el actual director del cementerio, Alberto Penayo, describió acerca de los trabajos: “Lo que está haciendo la Municipalidad a través de la unidad ejecutora de proyectos especiales es proponer unos circuitos para revalorizar la presencia de estos panteones singulares e históricos y también la antigua sala velatoria (Capilla Octogonal). No estará destinado a un turista que pueda llegar ocasionalmente a la ciudad sino dirigidos los posadeños, para que haya un acercamiento a la historia desde lo sensible”. 


Dijo Penayo: “En estos días se está trabajando y participando en esta idea que me parece genial, que es la del recorrido histórico que va a suponer rescatar elementos de la traza original”.

Fuente: diario Primera Ediciòn.

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