Asesinos en las rutas y muertes inocentes.

La muerte siempre es un misterio. Nadie sabe qué, hay más allá de ella. Pero tampoco, lograremos entender las muertes inocentes en los accidentes de tránsito. Sobre todo, aquellas en las que no encontramos explicaciones de lo sucedido. A pesar, de que puedan hacer conjeturas y pericias, nada explica lo que sucede cuando un asesino al volante se manda una maniobra letal: adelantarse en doble línea; cruzar un semáforo en rojo y más grave aún, conducir borracho. Inconsciente de todo daño que produce, en familias que se destruyen con su delincuencia.

Cada día,  las noticias pasan por los accidentes en rutas o calles de la ciudad. Pareciera que todos andan como locos, apurados, sin consciencia de que la ciudad de Posadas tiene muchas avenidas y calles nuevas y rápidas. Muchos más los accesos que se vieron beneficiadas, de algún modo en mejoreas, pero al parecer, los conductores olvidan respetar las señales. Omiten o simplemente, no les interesa la vida de los otros.

En los últimos días, se destacaron estos hechos lamentables porque coinciden que los accidentes fueron provocados por choferes hebrios. Todos ellos, provocaron muertes y mutilaciones en otros conductores o acompañantes que se la llevaron de arriba.

Para la investigación judicial hay mucha burocracia y falta de sentido común. Porque el paso del tiempo y falta de cuidado de las pruebas, como los artilugios legales de abogados inescrupulosos llevan a que las cosas no se resuelvan. Es más, hay cierto favoritismo o encubrimiento de acuerdo a quiènes sean los involucrados. Lamentable.

Ejemplos hay muchos, pero los que màs suenan son el de Teresa Warenycia ; el caso del topo Ramòn Cabrera y muy recientemente otras muertes en cercanìas del Campus Universitario, donde otro jòven con grados de acohol màs de lo permitidio provocò la muerte de tres personas. La lista puede seguir pero todos nos preguntamos ¿hace falta màs muertes para endurecer las normas? o, ¿ Qué hay que cambiar para evitar más muertes de inocentes?

Seguramente, los debates continuarán y las respuestas se demoren. Pero, será bueno que no tengamos que seguir soportando a los asesinos del volante.